Yiya Murano

María de las Mercedes Bernardina BOLLA APONTE DE MURANO, más conocida como Yiya Murano (20 de mayo de 1930, Corrientes) es una estafadora argentina. Condenada por tres homicidios, estuvo presa durante 16 años. Es esposa de un abogado civilista e hija de militares.
Se mostraba como una persona culta y pudiente, aunque carecía de educación y tenía muchos problemas económicos ya que gastaba dinero que no tenía para comprar joyas y prendas importadas.
El 24 de marzo de 1979, Carmen Zulema del Giorgio de Venturini, prima de Murano, murió en la escalera del edificio de la calle Hipólito Yrigoyen donde vivía. Los médicos diagnosticaron paro cardíaco. Las hijas de Zulema se percataron de que entre las pertenencias de su madre, faltaba un pagaré por un valor de 20 millones de los entonces pesos ley. El portero del edificio dijo que mientras la Sra. de Venturini agonizaba en el interior del edificio, la Sra. Murano había llegado a visitarla con un misterioso paquete en mano (que luego se descubriría que eran masas, una especie de galletas dulces muy comunes en Argentina), y de la manera más natural le había pedido una copia de las llaves del departamento de su prima, justificando su intromisión con un «necesito su libretita para avisar a los parientes». había entrado en la vivienda de la mujer y luego había salido rápidamente con unos papeles y un frasquito en la mano. Se lamentaba en voz alta «Dios mío, es la tercera amiga que se me muere en poco tiempo».
Se realizó una nueva autopsia. Los peritos descubrieron cianuro en el cadáver, los investigadores relacionaron el veneno con el supuesto frasco mencionado por el encargado. Entonces se supo que Nilda Gamba, vecina de Yiya, había muerto el 10 de febrero de 1979. Pocos días después, un infarto mató a Lelia Formisano de Ayala, otra amiga de Yiya. Murano les debía dinero a ambas mujeres y ambos cuerpos presentaban signos de haber sido envenenados con cianuro. El veneno era camuflado dentro de las masas.
El 27 de abril de 1979 la policía detuvo a la señora Murano en su hogar, en la calle México. En 1980, fue encontrada desmayada en el penal donde estaba presa (Ezeiza); luego de eso, se le extirpó un tumor. En el mes de junio de 1982 el juez de sentencia Angel Mercardo la absolvió de todos los cargos y la dejó en libertad.

A mediados de 1985, en pleno juicio a los generales de la Junta Militar que había gobernado Argentina entre 1976 y 1982, Yiya había sido casi olvidada. Pero Hasta que fue condenada. Ella insistía en que era inocente: «Nunca invité a nadie a comer», fueron sus palabras.
Por reducción de la condena y la famosa ley del «dos por uno», salió de prisión después de 10 años. Se supo que a los jueces que intervinieron en su puesta en libertad les había enviado, como señal de agradecimiento, una caja de bombones.[2] No se sabe si alguien los probó. Su marido había muerto; su hijo, Martín, escribió un libro difamándola. En el año 1998 se sacó una espina, la de declararse inocente delante de una buena parte de la población en uno de los almuerzos del programa televisivo de Mirtha Legrand.
A Yiya se la recuerda con una especie de cariño y es motivo de bromas en determinadas conversaciones. Su imagen de abuela bromista y sencilla continúa confundiendo a la población, que frecuentemente fantasea con su inocencia.
Tuvo una muy breve relación amorosa con el ex presidente Arturo Frondizi. «Demasiado breve», según sus propias palabras.
La autora argentina Marisa Grinstein la incluyó en su libro Mujeres asesinas con su caso, titulado «Yiya Murano, amiga» y en el año 2006, el programa de televisión de Canal 13 Mujeres asesinas, rindió una especie de homenaje al episodio, recreándolo en la serie, siendo Yiya interpretada por la actriz Nacha Guevara. Al final del episodio, se ve a la verdadera Yiya Murano añadiendo un comentario al respecto y defendiendo su supuesta inocencia, brindando pruebas a su favor.
En la segunda temporada de la adaptación mexicana de la serie, hay un capítulo recreando el caso titulado «Tita Garza, estafadora», interpretado por Patricia Reyes Spíndola.
Y para en la primera temporada de Mujeres asesinas (Colombia) se realizo una adaptacion nombrada "Mariela, Envenenadora" Y en esta version se cambiaron un poco los hechos ya que la asesina no estafaba por dinero si no por un terreno en Miami
En 2008 nuevamente volvió una denuncia contra Yiya, esta vez denunciada por su sobrina, quien dice que su tia la quiso envenenar con un plato de fideos con manteca (mantequilla), a los que les habría puesto veneno según denuncia su sobrina. Esto no se pudo comprobar.
En ese mismo año, fue invitada al programa de Mirtha Legrand a almorzar teniendo mucha repercusión, ya que como obsequió Yiya le dio una bandeja de masitas de confitería (bocados dulces típicos de Argentina) a Mirtha frente a las cámaras. Luego de dudarlo durante todo el programa, finalmente Mirtha Legrand probó una de ellas y no le sucedió nada. La situación se llevó a cabo en un marco de humor, aunque ella de nuevo insistió con su inocencia.
Durante los últimos años residió en el barrio porteño de La Boca, y actualmente vive en una residencia geriátrica para ancianos y a veces da entrevistas para la televisión cuando se hacen especiales recordando su caso.
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Carlos