Un asesino serial guardaba el dedo de sus víctimas en un termo

16.08.2013 | Se trata de un joven de 19 años, acusado del doble crimen de una madre y su hijo. Tenía un perfil en Facebook en el que contaba que era un asesino a sueldo.

Las autoridades mendocinas lograron la detención de un joven de 19 años, luego de un doble allanamiento en un domicilio en calle Las Heras, por el doble homicidio de una mujer y su hijo, a quien le cortó un dedo.
El acusado fue identificado como Yael Arón González, presunto asesino de Teresa Montesino (65) y su hijo Hugo Montesino, de 49 años. Durante el allanamiento, la Policía pudo constatar que el sospechoso guardaba un dedo de una de sus víctimas en un termo. Además, hallaron un listado con 20 nombres de posibles víctimas. En la lista aparecía el apellido ?Montesino? tachado y con la inscripción ?eliminado?.
Al respecto, el ministro de Seguridad provincial, Carlos Aranda, afirmó que aún se desconoce si esas anotaciones ?son fantasía o corresponden a la realidad?, ya que los investigadores lograron establecer que el sospechoso tenía un perfil en Facebook -bajo el nombre de Brian Goi- en el que decía que trabajaba en ?asesinatos profesionales a sueldo?.
Entre los elementos hallados, se encuentra el celular de una de las víctimas en poder de un compañero de escuela de González, quien dijo que él se lo había dado. Incautaron también un juego de llaves y toallón manchado con sangre que serán sometidos a peritajes para determinar si tienen una relación.
Las víctimas fueron violentamente asesinadas en su vivienda en medio de un escenario que mostraba un gran ensañamiento. El hombre apareció asesinado y recibió más de diez puñaladas, fue degollado y además se le cortó un dedo, mientras que su madre tenía un profundo corte en la axila, publicó Diario Uno.
La fiscal Claudia Ríos le ofreció declarar y se negó. La investigación no sólo se centra en este caso, también en otras posibles víctimas que tenía anotadas el sospechoso.
Tenía una gran cantidad de números de teléfonos y correos electrónicos de las personas a las que les ofreció o brindó servicios sexuales. También le encontraron en su habitación una especie de manual escrito por él sobre cómo llevar a cabo un crimen y no dejar rastros. Al respecto, hallaron su inspiración.