El caso de la Periodista Heit

Las miradas convergen sobre Suárez

La periodista detenida Estefanía Heit estuvo ayer durante varias horas en la fiscalía, pero recién hoy deberá prestar declaración indagatoria. Su marido, Jesús Olivera, fue capturado anoche en el sector céntrico de Carhué. La víctima sigue internada.

Estefanía Heit, con el rostro cubierto por una campera,
es retirada de la fiscalía. (Rodrigo García-LNP)

CORONEL SUAREZ -- Los 40.000 habitantes de esta ciudad continúan sumidos en el asombro y la conmoción mientras, con el paso de las horas, se conocen mayores detalles del espeluznante cautiverio que sufrió una mujer de 33 años, oriunda de Río Colorado y madre de dos niños, por parte de una pareja que la sometió a salvajes tormentos durante tres meses, en la finca de Grand Bourg 1823, de Coronel Suárez.

Pero lo que más atribulados tiene a los suarenses es que una de las protagonistas principales de la increíble trama, es la conocida periodista de la televisión local Estefanía Heit (29), quien fue aprehendida el lunes y ayer a la mañana estuvo varias horas en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 14, interinamente a cargo de la fiscal Claudia Lorenzo, donde finalmente no declaró, pues el acto se postergó para hoy.

En tanto, Jesús María Olivera (30), pareja de la periodista del Canal 4 suarense y principal involucrado en lo que hace a los vejamenes de que fuera objeto la víctima --en gran parte filmados por los propios imputados--, fue detenido al cierre de esta edición en la ciudad de Carhué, mientras deambulaba por el sector céntrico. Así lo confirmó, pasada la medianoche, el subcomisario Diego Echaide, jefe de la Policía Comunal de Adolfo Alsina, quien aseguró que Olivera no opuso resistencia y que una vez cumplidos los recaudos legales, iba a ser trasladado a nuestra ciudad.

Respecto de la mujer que logró huir del cautiverio y posibilitar el esclarecimiento del aberrante episodio, se informó que permanecía internada en el Hospital Municipal de Coronel Suárez, con signos de padecer un severo cuadro de desnutrición.

El médico de policía local, Francisco Cortalezzi, aseguró a la prensa que "las lesiones que tenía en todo su cuerpo eran de por lo menos 20 días... Tenía un alto nivel de desnutrición y deshidratación, con una debilidad muscular que hacía que no pudiera deambular por sus propios medios. Si hubiesen pasado unos días más, no la hubiésemos encontrado con vida", expresó Cortalezzi.

Teme represalias

Para conocer detalles del escalofriante episodio, "La Nueva Provincia" dialogó con la vecina de Pueblo San José --una de las tres colonias alemanas que existen en este distrito-- que auxilió a la víctima luego de que escapara de su cautiverio.

Por "temor a represalias" --según dijo--, Liliana pidió a esta cronista no ser fotografiada ni dar a conocer su apellido.

Dijo que la damnificada estuvo empleada en su casa durante dos meses, para cuidar a su padre, quien tenía problemas para deambular por sí mismo.

"Ella no hablaba mucho de su vida personal. Nosotros éramos la única familia que ella conocía y dejó de trabajar porque mi papá se mejoró", dijo Liliana, quien manifestó que si bien ignora cómo se vinculó la mujer con Estefanía Heit, "el marido de ella (por Olivera) había empezado a viajar hace dos años a Río Colorado y lo conocía de allá".

La entrevistada dio muestras de sentirse desconcertada, dolida e indignada por la situación que se puso al descubierto.

"No entiendo tanto daño. Cuando apareció en casa --el lunes pasado a la mañana-- nadie la conoció. Era otra persona, estaba desnutrida, sucia, golpeada... Ella se fue de casa el 9 de agosto y volvió casi un cadáver", enfatizó.

Al borde de las lágrimas, la vecina contó de qué manera se apareció ante ella la mujer que meses atrás había cuidado a su padre.

"Estaba íntegramente golpeada. No la conocí, la cara estaba toda azul. El pelo tenía unos mechoncitos adelante y atrás estaba rapada y la habían teñido de colorado. Estaba orinada", detalló Liliana.

"Le pregunté qué te pasó y me respondió: 'me tenían secuestrada'. Pidió bañarse. Antes le preparé un té y le di unos pedacitos de torta; estaba asustada. Era como un esqueleto con la piel pegada, porque cuando la ayudé en el baño, me quise morir", dijo, ya sin poder contener el llanto.

Explicó que su marido fue hasta el destacamento policial del pueblo, ubicado a metros de la casa, y denunció lo ocurrido.

"Por suerte se acordó del nombre del hombre y de la mujer y la dirección donde la tenían secuestrada. Luego se tranquilizó un poquito. Dijo que los dos le hacían cosas, era como que ella era un juguete, una diversión para ellos", relató.

Trabajando con "un monstruo"

Claudio Fernández tiene una trayectoria periodística y televisiva de 27 años. Y todavía no puede creer lo que ha sucedido.

Admitió estar shockeado e indignado por los hechos que se atribuyen a su colega Estefanía Heit, con la que trabajaba y a quien no dudó en calificar de "un monstruo".

"Sin duda ha sido el día más difícil por como nos impacta esto y el dolor que nos provoca. Hacer el informativo hoy (por ayer) no fue fácil.

Estoy sorprendido, porque el hecho de que uno le haya conferido el micrófono, le haya dado la oportunidad de comunicar, el hecho de que haya compartido conferencias y noticias con colegas, hacía que ella fuera conocida en el mundo de la prensa y muy vinculada con las instituciones en Suárez", dijo.

"Y por eso motivo --agregó-- la gente está conmovida, consternada, sorprendida, dolida... Porque el hecho tiene características siniestras, macabras, aberrantes, espeluznantes, y a medida que vamos conociendo detalles, se nos pone la piel de gallina".

Confesó Fernández que el hecho "nos duele muchísimo, nos golpea muy de cerca y esto es como haber dormido con el enemigo.

Acá somos casi 30 personas que trabajamos en el canal y ella tenía contacto con casi todos, pero nadie nunca evidenció actitud, un síntoma, comportamiento, que pueda hacer presumir cosas horrendas como las que ocurrieron".

"La verdad --reconoció-- que tuvo un comportamiento bárbaro hasta ahora y manifestó siempre una actitud sensible y solidaria; es más, había conformado una ONG con la que le cumplía sueños a personas con capacidades diferentes; estaba programando otra en la biblioteca...

Cuando conocimos la noticia, realmente no lo podíamos creer; hasta ahora no lo podemos creer". Cuando la noticia se hizo pública sintió "una profunda sensación de dolor por la situación, por el hecho siniestro, macabro; la sorpresa de que nos impacte tan de cerca; era como un choque entre la realidad y la ficción", dijo.

¿Quién es Estefanía Heit? Se le preguntó al periodista, y contestó: "Nosotros teníamos una muy amplia relación profesional, porque de lunes a viernes compartíamos muchas horas de trabajo y también colaborábamos con un programa de mi producción, pero fuera de eso, nunca compartimos absolutamente nada".

"Y tengo entendido que con el resto de los trabajadores de la empresa tampoco. Sabemos que esta chica se había alejado de su familia a partir de su relación con este macabro individuo, al que no le conocemos la cara y que sabemos sería oriundo de Rosario", añadió Fernández.

"Una brutalidad aberrante"

El secretario de Gobierno y Seguridad de la Municipalidad de Coronel Suárez, Gustavo Di Battista, y el comisario Rubén Fernández, titular de la Policía Comunal, calificaron al caso como "dantesco y aberrante".

"Estamos hablando de un caso de cautiverio con una brutalidad aberrante, extrema; de tortura por el término de más de 90 días, si tenemos en cuenta que, desde el ámbito investigativo, podemos ya confirmar que desde el 9 de agosto comenzó este calvario por parte de esta mujer de 33 años, que ha perdido más de 30 kilos de peso", sostuvo Di Battista.

Consultado sobre el perfil de la periodista involucrada, el funcionario expresó que "era una persona con contacto permanente con la gente. Esta mujer (por Estefanía Heit) ha tomado participación en cada noticia de la ciudad, era una más, no había ningún tipo de indicio en ningún estamento, no tenía antecedentes, nadie hubiese imaginado que estábamos en presencia de un monstruo".

Y aclaró que "me parece que la aberración, la violencia con la que secuestraron, ataron, la obligaron a una serie de cuestiones sexuales filmadas, marca a las claras un condimento, un cóctel que seguramente en las próximas horas nos vamos a seguir sorprendiendo".

"Máxime porque en este cóctel --continuó-- se termina unificando una serie de cuestiones como lo religioso; hay un móvil económico por una suma aproximada a los 100.000 pesos, a partir de una venta de un inmueble que la damnificada al parecer tenía en Choele Choel (en realidad, era en Río Colorado), dinero que este matrimonio se habría apropiado y de ahí este calvario".

Di Battista añadió que "la víctima sigue internada con todos los cuidados necesarios" y puso de relieve que los médicos "no salen de su asombro en cuanto a la certeza, a la precisión de todos los datos que la mujer manifestó", los cuales pudieron ser corroborados por la policía y la fiscalía a partir del allanamiento.

"La periodista fue aprehendida y al momento de ser trasladada a la seccional policial, pidió permiso para traer consigo todos los elementos de maquillaje y hoy (por ayer) a las 5.30, cuando iba a ser trasladada a Bahía Blanca, intentó que alguien hiciera lo posible para que ella pudiera estar de vuelta en Suárez a las 11.30, porque tenía que estar en el noticiero a mediodía; esto nos da la pauta del contexto psicológico de esta persona", sostuvo el secretario de Gobierno.

Destacó luego que la víctima "fue atada, violada, quemada, se la obliga a consumir periódicamente bebidas alcohólicas y bajo estos efectos se la aprovechaba y ultrajaba sexualmente, con una alimentación muy escasa, con comida que compartía con los cinco perros que tiene el matrimonio en su casa".

El comisario Fernández, por su parte, indicó que Heit "no opuso resistencia" al momento del allanamiento en su vivienda, pero "sí se mostró sorprendida por la diligencia, la cual duró más de cuatro horas".

Mucha prueba para analizar

"Debido a la complejidad de la prueba que había que analizar, la indagatoria fue postergada para mañana (por hoy)", afirmó una fuente judicial.

Debido a esa circunstancia, Estefanía Heit --con el rostro cubierto por una campera y vistiendo pantalón de jean-- fue retirada ayer a la tarde de la sede judicial ubicada en la segunda cuadra de Estomba y volvió a ser trasladada a Coronel Suárez, donde permanece alojada en la comisaría.

La mujer, imputada del delito de privación ilegítima de la libertad agravada, deberá comparecer hoy, a las 8, ante la fiscal Claudia Lorenzo, interinamente a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 14, que interviene en casos de delitos sexuales.

"Los elementos existentes inducen a que sea viable el pedido de detención", anticipó el vocero.

Entre esas pruebas se encuentran los 62 dvd's que integrantes de la fiscalía estuvieron revisando en la jornada de la víspera.

En cuanto al pedido de conversión de la aprehensión de Heit en detención, será presentado hoy ante la doctora Gilda Stemphelet, a cargo del Juzgado de Garantías Nº 1. La misma fuente prefirió no aludir a las filmaciones que habrían encontrado en el teléfono celular de la periodista arrestada, y en las cuales se observarían los vejamenes a que habría sido sometida la víctima.

Esa información había sido revelada por Gustavo Di Battista, secretario de Gobierno y Seguridad de Coronel Suárez, quien agregó que la imputada había llamado un rato antes a su propio teléfono, "en calidad de periodista", y al comisario Rubén Fernández, jefe de la Policía Comunal, para saber si había ocurrido algo porque estaba viendo patrulleros circulando cerca de su casa.

En ese marco, el funcionario municipal señaló que, al momento de su aprehensión, la periodista del Canal 4 se mostró "tranquila y colaboradora". "Estaba en su domicilio ayer (por el lunes) a las 18, cuando se hizo el allanamiento y no hubo resistencia.

Entregó inmediatamente su celular, donde se encontraron las primeras pruebas de las violaciones", aseguró Di Battista, en una de sus tantas declaraciones periodísticas de la víspera. Según confirmó, "los dos integrantes del matrimonio --Heit y Jesús María Olivera-- tomaban parte de las vejaciones, de violaciones y la obligaba (a la víctima) a consumir alcohol, mientras que le daban comida una o dos veces a la semana; algo de polenta mezclada con alimento para perros".

Atrapado en Carhué.

Mientras tanto, Jesús María Olivera, a quien se imputan los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por lesiones y abuso sexual, y estaba con pedido de captura desde los primeros tramos de la investigación, fue atrapado anoche en la ciudad de Carhué.

La información fue confirmada telefónicamente a "La Nueva Provincia" por el subcomisario Diego Echaide, jefe de la Policía Comunal de Adolfo Alsina.

Dijo el vocero que Olivera deambulaba por la calle San Martín, en la zona céntrica de aquella ciudad, cuando fue observado y reconocido por personal policial, que lo detuvo minutos antes de las 23. Al parecer, previamente los agentes del orden habían recibido información de que una persona de esas características había alquilado un departamento a varias cuadras del lugar del arresto.

Durante la tarde, según había trascendido, Olivera había sido buscado por distintos puntos de Bahía Blanca, ya que se pensaba que había viajado hacia nuestro medio con la supuesta intención de dirigirse a otro punto del país o, eventualmente, entregarse ante la justicia.

Esta segunda posibilidad había sido anticipada a la prensa por el abogado Claudio Lofvall, defensor de Estefanía Heit y quien también tenía pensado asumir la representación de Olivera, a quien había recomendado presentarse a derecho.

En otro orden, Lofvall manifestó haber tenido un breve diálogo con Heit, quien le dijo ser "amiga" de la víctima, a la vez que reconoció no haber tenido acceso al expediente, "pero no por mala voluntad de la fiscalía. Es que estaban trabajando en él y lo que pudieron me lo informaron verbalmente".

"Me dijo que estaba sorprendida de que la víctima la haya denunciado, porque tenían una relación de amistad de hace dos años", aseguró el defensor, en declaraciones a "La Nueva Provincia" , formuladas luego de haber conversado con la sospechosa en la fiscalía.

El letrado aseguró que Heit le manifestó que en su computadora personal "hay videos de la mujer (denunciante) dando una entrevista en una radio local, lo cual, para ella, probaría que no estaba privada de su libertad en el lapso que denunció".

Marcela Cisternas/Enviada especial

Presunto fraude

RIO COLORADO (De nuestra agencia) -- La mujer víctima del aberrante hecho descubierto en Coronel Suárez, se había ausentado de su vivienda en Río Colorado hace varios meses, luego de que apareciera vinculada con un supuesto caso de defraudación por la doble venta de un terreno.

Según informaron fuentes oficiales, la damnificada, quien es madre de dos hijos, que están bajo la guarda de su abuela, habría sido denunciada supuestamente por vender la misma parcela de tierra a dos compradores distintos, por un valor aproximado a 100.000 pesos.

El dinero que le habrían transferido a la vendedora los damnificados, cuyas constancias de giros fueron secuestradas por la policía, presuntamente lo habrían utilizado quienes ahora aparecen como sus secuestradores. Voceros policiales de Río Colorado indicaron que Jesús Olivera, el otro imputado en la causa, habría visitado esta ciudad en numerosas oportunidades durante el año pasado aduciendo ser pastor, y aparentemente cautivó a la víctima hasta convencerla de cometer el fraude.

A posteriori la mujer habría optado por marcharse a Coronel Suárez con Olivera, sin precisar a sus familiares hacia dónde se dirigía. En este mismo sentido, en declaraciones a América TV, la madre de la víctima aseguró ayer que Olivera ejercía "mucho poder" sobre su hija.

"La apartaba de la familia y le pedía plata", señaló. Si bien --dijo-- intentó pedir ayuda a la policía, "no se podía hacer nada", porque su hija es mayor de edad. "En cuanto ella cobró (por la venta de la casa), le dio el dinero.

Ella salía a buscar (dinero) o lo generaba para mandárselo", explicó la mujer. El 25 de octubre último, la progenitora de la damnificada se presentó en la Unidad Nº 11 para denunciar que su hija, sobre quien pesaba una averiguación de paradero, no se comunicaba con la familia desde hacía un mes.