Al Qaeda mata a decenas de personas en Riad
Masacre terrorista en Arabia Saudí horas antes de la llegada del secretario de Estado de EE UU
Los ataques de Arabia Saudí fueron dirigidos contra tres complejos residenciales de lujo en un barrio situado al este de Riad. Los tres recintos, protegidos por vigilantes y cámaras de seguridad y rodeados por muros de hasta seis metros, se llamaban Al Hamra (Alhambra en árabe), Eshbiliya (Sevilla) y Vinnel (nombre de una compañía estadounidense que alojaba allí a sus empleados). La mayoría de los residentes eran extranjeros, ejecutivos, técnicos o altos funcionarios.
[Northrop Grumnan, empresa contratista del Pentágono, confirmó anoche que nueve empleados de su filial Vinnel Corporation murieron en los atentados, informó Afp]
Poco antes de la medianoche, hora local, comenzaron los asaltos. Grupos de hombres armados se abrieron paso a tiros hasta el interior de los recintos e hicieron estallar vehículos cargados de explosivos. Los detalles exactos de la operación, "muy bien planeada y muy bien ejecutada", en palabras del propio secretario de Estado Powell, no estaban todavía claros ayer.
Un vigilante en una de las residencias explicó al diario Al Watan que siete coches bomba conducidos por suicidas, estallaron junto al edificio. La policía saudí dijo haber identificado en total nueve cuerpos totalmente carbonizados que, en principio, corresponderían a quienes iban dentro de los automóviles.
Las explosiones fueron "absolutamente aterradoras", comentó un superviviente británico, John Gardiner, a la cadena de radio BBC. "Todas las puertas y ventanas reventaron y de pronto me encontré tumbado en el suelo, entre cristales rotos", dijo Gardiner. Otra superviviente, que prefirió no dar su nombre, explicó a la agencia Associated Press que estaba viendo la televisión cuando escuchó un tiroteo. "En un momento se produjo una inmensa explosión", declaró, "el cielo se encendió y yo caí al suelo. Toda la casa tembló como si fuera de cartón".
Fachadas desprendidas
Las fachadas de edificios de cuatro y cinco plantas se desprendieron por completo. Los tres complejos residenciales resultaron destruidos. Unos minutos después se produjo otra explosión, menor y sin víctimas, en un edificio de la misma zona de Riad, sede de una empresa de capital norteamericano y saudí.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Colin Powell, dormía en Ammán, la capital de Jordania, cuando ocurrieron los atentados. Fue despertado y sus asesores consideraron la posibilidad de retrasar o cancelar el desplazamiento a Riad, previsto para unas ocho horas después, pero Powell decidió mantener sus planes. Poco después de aterrizar en Riad, rodeado por decenas de agentes secretos, Powell recorrió los escenarios de los ataques y afirmó que el terrorismo constituía "una amenaza para todo el mundo civilizado".
El príncipe Saud, ministro de Exteriores saudí, respondió que acontecimientos como los ocurridos durante la noche sucedían "desgraciadamente en todas partes", y prometió que su Gobierno adoptaría "todas las medidas necesarias" para identificar y detener a los culpables.
El príncipe Nayef, ministro del Interior, dijo que no se habían registrado detenciones pero relacionó los atentados con el descubrimiento de un arsenal clandestino en el mismo barrio de Riad, un par de semanas atrás. Ese arsenal, abundante en armas y explosivos, era guardado por 19 personas (17 saudíes, un yemení y un iraquí con pasaporte canadiense, según Nayef) que lograron huir tras un tiroteo con la policía. El ministro del Interior indicó que un grupo desconocido hasta el momento, autodenominado Muyahidin de la Península Arábiga, se había atribuido la posesión del arsenal. Agregó, sin embargo, que, según sus informaciones, los 19 fugitivos estaban relacionados con Al Qaeda y "recibían órdenes directas de Osama Bin Laden".
El Gobierno de Estados Unidos indicó que los atentados, registrados en vísperas de la visita de Powell y dos semanas después de que se anunciara la retirada de los 5.000 soldados estacionados en Arabia Saudí, no había constituido una sorpresa. El Departamento de Estado aconsejó a principios de mes a los estadounidenses que evitaran viajar a territorio saudí, porque el riesgo de atentados era alto. En 1996, un camión bomba acabó con la vida de 19 soldados de Estados Unidos en un cuartel de Dahran, al noreste de Arabia Saudí. En 1995, un coche bomba mató a siete personas en Riad, entre ellas cinco asesores militares norteamericanos. Estados Unidos anunció anoche que retirará a todo el personal no imprescindible de su embajada en Riad.
El precio del petróleo se disparaba ayer un 4% tras los atentados en el mayor país exportador de crudo, Arabia Saudí.
La presencia constante de la organización de Bin Laden
Con el asesinato de un jefe de policía en la provincia norteña de Al Jawf, feudo de la oposición islámica a la monarquía saudí, el pasado 20 de abril, parece cada vez más claro que la violencia tiene una motivación política promovida por los seguidores de Osama Bin Laden y de su grupo Al Qaeda, según informa la revista Janes's.
Diplomáticos basados en Riad unen esa violencia a la hostilidad creciente en el reino saudí -cuna del islam- hacia los occidentales. Ese rechazo se ha visto intensificado tras la invasión por parte de Estados Unidos de Irak. El grupo de oposición saudí con base en Londres, el Movimiento para la Reforma Islámica en Arabia, ha informado de que los militantes islámicos han optado por la confrontación armada con la monarquía, lo que ha provocado al menos nueve enfrentamientos en los últimos siete meses, que habían sido autorizados por fatuas (decretos religiosos) ordenadas por clérigos musulmanes. Tan sólo dos personas han sido arrestadas por estos ataques. En abril del año pasado, el Ejercito saudí desplegó 8.000 soldados en las inmediaciones del pueblo de Tabuk. Fuentes oficiales saudíes justificaron este despliegue ante posibles ataques israelíes.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos informó ayer en Londres de que Al Qaeda es ahora "más peligrosa que antes del 11-S" y que podría contar con unos 18.000 "terroristas potenciales". El grupo terrorista Al Qaeda es el principal sospechoso de las explosiones registradas ayer en Riad.
Las principales acciones terroristas cometidas contra intereses estadounidenses en el mundo tras el 11-S han sido las siguientes:
- 11 de abril de 2002. El estallido de un camión bomba junto a una sinagoga en la isla de Yerba (Túnez) causó la muerte de 19 personas, entre ellas 14 alemanes y dos franceses.
- 12 de octubre de 2002. Un total de 191 personas murieron, la mayoría turistas, y más de trescientas resultaron heridas, al estallar un coche bomba en Kuta, al sur de la isla indonesia de Bali. El 21 de noviembre era detenido el presunto organizador del atentado, el indonesio Iman Samudra, líder de Jemaah Islamiya, una rama de Al Qaeda en la región.
- 8 de octubre de 2002. Muere un marine estadounidense en un atentado suicida al norte de Kuwait. Según la agencia kuwaití KUNA, los atacantes pertenecían al clan Al Qandar, tres de cuyos miembros están detenidos en la base militar de Guantánamo (Cuba).
- 30 de diciembre de 2002. Tres estadounidenses, dos de ellos mujeres, que trabajaban en el hospital Baptista de Yibla (Yemen), resultan muertos a tiros dentro del centro sanitario.
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